Hay personas que son verdaderos fanáticos del orden, de la pulcritud y del control. Algunos lo llegan a catalogar como neurosis. Un maniático del orden y la limpieza vive persiguiendo y sermoneando a todos, cada día.
El desorden les atormenta
Puede sonar gracioso, pero en verdad, el desorden les genera a este tipo de personas un cuadro de angustia y sufrimiento que les lleva al colapso, por eso no descansan hasta que todo esté en su sitio y como debe ser.
Para los fanáticos del orden, vivir con niños o con adultos mayores es una verdadera pesadilla, ya que por lo general, hacen regueros por donde pasan, en especial en la cocina.
Un tsunami en la cocina
El abuelo va a preparar su café de la mañana: abre el empaque y riega polvo de café sobre el mesón, hierve el agua y chorrea por donde pasa. Al endulzar, un caminillo de azúcar va señalando el rastro. El abuelo disfruta su bebida y el fan del orden queda a punto del desmayo.
La tecnología disminuye el estrés a los amantes de la limpieza. Por ejemplo, el cuadro anterior sería muy distinto con una cafetera monodosis senseo.
Más tecnología, menos estrés
Con solo llegar a la despensa y elegir una monodosis senseo, abrir la rendija de la cafetera y colocar la capsula, pulsar un botón y listo: Taza de café preparada, sin chorrear, sin rastros azucarados, sin goteos. El empaque de la monodosis senseo va automáticamente a un contenedor dentro de la cafetera, así que no queda rastro de nada. De igual manera, si un niño quiere chocolate o te frío, puede repetir el procedimiento con la monodosis senseo y no queda residuo ni desorden por ningún lado.
Estos artefactos electrodomésticos son perfectos para los hogares donde viva un fanático de la limpieza, ya que representa un dolor de cabeza menos a la hora de arreglar.